jueves, 1 de abril de 2010

La Lista de Schindler, de Steven Spielberg


Estamos ante la que yo creo que es la gran obra maestra de Steven Spielberg. Una película crudísima en la que Spielberg retrata los horrores del holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial. Formalmente impecable, la cinta es en mi opinión toda una lección de Cine con mayúsculas.

Una de las curiosidades de la película es que, a pesar de ser en blanco y negro, hay un momento en el que podemos ver a una niña con un abrigo rojo que destaca entre el resto, y a la que finalmente vemos muerta. Aunque hay varias teorías al respecto, creo que la más plausible es que las visiones de esa niña marcan los dos grandes cambios que toma Oskar Schindler en su actitud antes los terribles crímenes que está obligado a contemplar.

La primera vez que se fija en ella (y el color rojo es precisamente para eso, para que, al igual que él, nosotros como espectadores también le prestemos atención) se empieza a dar cuenta de cómo los soldados nazis están atentando contra vidas inocentes, (niña pequeña = inocencia). Entonces comienza a tomar decisiones arriesgadas, como la de echar agua sobre los vagones de los prisioneros judíos.

Pero el cambio total y absoluto en su actitud ocurre la segunda vez que la ve, esta vez muerta en una pila de cadáveres. Es entonces cuando decide confeccionar su lista, y salvar a todos los que pueda.

La Lista de Schindler ganó el premio de la Academia a La Mejor Película del año 1993, junto con seis oscar más (Mejor dirección: Steven Spielberg, Mejor guión: Steven Zaillian, Mejor música original: John Williams, Mejor fotografía: Janusz Kaminski, Mejor montaje: Michael Kahn, y Mejor dirección artística: Allan Starski, Ewa Braun)
Los actores Liam Neeson y Ralph Fiennes también estuvieron nominados al oscar, aunque no consiguieron hacerse con la estatuilla.

Otro de los apartados más sobresalientes es la banda sonora del genio John Williams, Jamás una música ha sonado tan triste, tan melancólica. Aparte del oscar, esta banda sonora se llevó otros premios estrictamente musicales, como el Grammy. Hoy día, sigue siendo una de las bandas sonoras más celebradas del maestro.

Para finalizar este comentario, os dejo con la maravillosa música de Perlman tocando a violín el precioso Tango de Gardel, que sirve de música de presentación al personaje de Oskar Schindler, en una de las escenas más memorables de la película, a pesar de ser de las pocas que no va acompañada de la banda sonora original de Williams.

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